LA REALIDAD SOCIAL PONE PLAZOS A LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA


LA REALIDAD SOCIAL PONE PLAZOS A LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA: Analizaremos esta proposición en tres partes.

    EN LA PRIMERA PARTE, partamos diciendo que   LA POBREZA es la expresión más explícita de la medida en que el principio del destino universal de los bienes se cumple satisfactoriamente en una sociedad.
    -En la sociedad argentina, es decir nuestra sociedad, el 30/35% de la población es pobre, lo que afecta a unos 12/15 millones de personas.
    -En un corto y mediano plazo, es necesario sea efectiva una SOLIDARIDAD SOCIAL ESTABLE Y PERMANENTE. Aquí jugarán un papel central los subsidios y transferencias a favor de la población pobre que deben mantenerse e, incluso, aumentarse.
    -Un segundo aspecto a destacar en la vida de los pobres es la existencia de la llamada ECONOMÍA POPULAR: la misma aparece como una expresión de respuesta de los mismos pobres ante la exclusión y la marginalidad, provocada por las formas de organización de la producción que ofrece la economía de mercado.
    EN LA SEGUNDA PARTE, cabe preguntarse ¿CÓMO RESOLVER EL PROBLEMA DE LA INJUSTICIA DISTRIBUTIVA EN FORMA ESTABLE?
El punto central está basado en la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo de mayor calidad mejor remunerados.
-Ante esta realidad, la integración económica regional ofrece una posibilidad importante para resolver semejante desafío.
-Luego, se abre la posibilidad de generar un proceso sustitutivo de importaciones, con origen en extrazona, que sirvan de base para lanzar una oferta de producción y de puestos de trabajo, segmentados por niveles tecnológicos, en los mercados ampliados del Mercosur y de América Latina.
EN LA TERCERA PARTE, llamando la atención sobre el nivel de pobreza como tema central a superar y cómo responder a esa injusticia distributiva en forma sustentable con el aporte de la solidaridad y la economía popular, por un lado, y la integración latinoamericana, por otro, nos llevan a plantear UNA GRAVE ADEVERTENCIA A TODA LA SOCIEDAD Y, SOBRE TODO, A LA DIRIGENCIA POLÍTICA latinoamericana en general y a la de Argentina, en particular.
10.- Si bien por la situación de crisis de la economía argentina se presenta una situación de escasez de divisas, la situación puede no ser permanente, al contrario, en un plazo de 5 a 10 ejercicios, la oferta de divisas puede llegar a un máximo por el crecimiento de las exportaciones en general y de Vaca Muerta en particular, por lo que será posible arribar al alto riesgo de sobrevaluaciones (o de períodos prolongados donde no serán necesarias devaluaciones competitivas como las realizadas por Argentina hasta ahora e, inclusive, recientemente} , que deteriorarán las posibilidades competitivas de los sectores de Manufacturas de Origen Industrial (MOI), base y centro de la política de generación de nuevas oportunidades de trabajo compatibles con el sistema educativo.
-Por ello es posible ENUNCIAR, FINALMENTE, QUE LA REALIDAD SOCIAL PONE PLAZOS A LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA, QUE VAN DE 5 A 10 EJERCICIOS A PARTIR DE 2018. Por consiguiente, la sociedad en general y la dirigencia política en particular, no deben perder el tiempo en la lucha por el poder y, en algún momento, demostrar fidelidad a su justificación existencial y constitucional: EL BIEN COMÚN DE LA SOCIEDAD.

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Un principio central de la doctrina social de la Iglesia es el que se refiere al DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES DE LA TIERRA. El mismo expresa que todo hombre debe poder extraer de un trato amigable con la naturaleza, no solamente los bienes necesarios para su subsistencia sino, también, para su pleno desarrollo.
Atendiendo a este principio, trataremos de probar la proposición del título en tres partes. 
EN LA PRIMERA PARTE, partamos diciendo que   LA POBREZA es la expresión más explícita de la medida en que este principio del destino universal de los bienes se cumple satisfactoriamente en una sociedad. En la sociedad argentina, es decir nuestra sociedad, el 30/35% de la población es pobre, lo que afecta a unos 12/15 millones de personas.
¿Cómo responder a esta expresión de injusticia distributiva?
En un corto y mediano plazo, es necesario sea efectiva una SOLIDARIDAD SOCIAL ESTABLE Y PERMANENTE. Aquí jugarán un papel central los subsidios y transferencias a favor de la población pobre que deben mantenerse e, incluso, aumentarse. Paralelamente, al realizarse aumentos de los ingresos tanto de los pobres en general como, por ejemplo, de los jubilados, para que estos aumentos en los ingresos monetarios se transformen en reales, es necesario que los pobres puedan acceder efectivamente a mayor cantidad de bienes y servicios. Para ello, debería aumentar la oferta de los bienes demandados por estos sectores, caso contrario, aumentarán los precios y no se operará un beneficio real vía el poder adquisitivo de los pobres que ha sido aumentado monetariamente.  
Por lo tanto, paralelamente a los mayores ingresos monetarios de millones de pobres asistidos, debería operarse una política de oferta de BIENES SOCIALES, es decir, que se corresponden a la estructura de la demanda de los sectores pobres.
Pero, esta parte depende del asistencialismo a cargo del Estado, que contienen variadas políticas a favor de los pobres, las cuales pueden ser más o menos personalizantes, tratando de promover que los pobres tiendan a convertirse en artífices de su propio destino.   A pesar de ello, el clientelismo político constituye un impedimento a un trato digno hacia los pobres.
Un segundo aspecto a destacar en la vida de los pobres es la existencia de la llamada ECONOMÍA POPULAR: la misma aparece como una expresión de respuesta de los mismos pobres ante la exclusión y la marginalidad, provocada por las formas de organización de la producción que ofrece la economía de mercado. De esta manera los pobres se organizan para satisfacer sus propias necesidades, en general fuera del mercado o en relación el mismo “en el borde” o en forma excepcional. De esta forma los pobres desarrollan sus propios esquemas organizativos generando múltiples oficios y necesidades propias de estos grupos sociales.  Paralelamente, avanzan en formas de organización particulares ya sean solidarias, familiares, de complementación y con un alcance que puede ser local, regional, nacional e, inclusive, internacional, dentro de un relacionamiento hoy desarrollado a esos niveles por la propia economía popular. Paralelamente, mantiene, respecto a los poderes públicos, el resto de la sociedad y la economía de mercado, una presencia activa e inclusive conflictiva. 
EN LA SEGUNDA PARTE, cabe preguntarse ¿CÓMO RESOLVER EL PROBLEMA DE LA INJUSTICIA DISTRIBUTIVA EN FORMA ESTABLE?
El punto central está basado en la posibilidad de crear nuevos puestos de trabajo de mayor calidad mejor remunerados, de tal forma que las personas, de esa forma, accediendo a estas nuevas oportunidades, tengan remuneraciones por arriba de la canasta básica y así respondan no solamente a sus necesidades de subsistencia sino a su desarrollo integral.
Para que este paso sea posible, es necesario que la mano de obra tenga la capacitación necesaria para el contenido tecnológico de los nuevos puestos de trabajo. Es decir, deben crearse nuevos puestos de trabajo compatibles con los distintos grados de capacitación de la fuerza de trabajo y viceversa.
Si tenemos en cuenta que la pobreza es tan extendida y que una elevada proporción de los jóvenes en edad secundaria no termina adecuadamente el nivel secundario, es necesario plantear la posibilidad de establecer una política de producción y de oferta de puestos de trabajo segmentada o estratificada por niveles educativos.
Esta propuesta es necesaria debido a que si los aumentos de producción y el crecimiento siguen las normas hasta ahora vigentes y basadas en el funcionamiento libre de la dinámica mercado-cambio tecnológico, entonces será numerosa la población que quedará excluida de acceder a los nuevos puestos de trabajo.
Profundizar con crecimiento económico basado en las actuales formas de producción la solución de la pobreza, permitirá avanzar indudablemente, pero, el avance podrá reducir el 35% actual a un 20/25% que se constituirá en el piso infrancreable donde se dará la incompatibilidad entre el cambio tecnológico y el nivel de capacitación de la mano de obra.
Ante esta realidad, la integración económica regional ofrece una posibilidad importante para resolver semejante desafío. Precisamente, América Latina y el Mercosur entre ellos, importan desde extrazona (fuera de América Latina) el 85% de todo tipo de bienes con valor agregado. Estamos hablando del orden de los u$s850.000 millones anuales de importaciones de todo tipo de bienes con alto valor agregado.
Luego, se abre la posibilidad de generar un proceso sustitutivo de importaciones, con origen en extrazona, que sirvan de base para lanzar una oferta de producción y de puestos de trabajo, segmentados por niveles tecnológicos, en los mercados ampliados del Mercosur y de América Latina. Tomado a nivel regional y no solamente con el alcance nacional de cada país, tendría la verdadera fuerza que permita insertar a tantos millones de pobres, excluidos del mercado, en las oportunidades de nuevos puestos de trabajo de mayor calidad mejor remunerados.
¿Cómo se generarían estos espacios productivos por vía de la integración económica? Por ejemplo, en el Mercosur, el arancel externo común máximo establecido es del 20% y el arancel consolidado en la Organización Mundial del Comercio (OMC) es del 35%. Este margen de 15 puntos posibilitaría lanzar múltiples actividades sustitutivas de importaciones extrazona para que sean producidos, con oferta interindustrial, organizada en los mercados ampliados de América Latina y del Mercosur.
Esta sería una política industrial dinámica que iría acercando el arancel consolidado del 35% hacia el máximo del 20% en plazos, por ejemplo, de 5 ejercicios e iría incorporando sucesivamente nuevas actividades que generarían puestos de trabajo segmentados por tipo de tecnología y demanda de calificación, también estratificada, de la mano de obra.
 Esta estrategia requeriría una política de producción y educativa compatibles, elásticas y dinámicas, como centro del desafío de generar nuevos puestos de trabajo mejor remunerados a partir de la sustitución de importaciones extrazona en mercados ampliados del Mercosur y de América Latina.
Semejante estrategia de transformación productiva y base de una mayor justicia distributiva, debe estar encuadrada en políticas macroeconómicas armonizadas para toda América Latina, que lleven a un orden estable en lo fiscal, monetario, cambiario e inflacionario y a un riesgo país bajo que permita un acceso fluido a la globalización financiera..
EN LA TERCERA PARTE, llamando la atención sobre el nivel de pobreza como tema central a superar y cómo responder a esa injusticia distributiva en forma sustentable con el aporte de la solidaridad y la economía popular, por un lado, y la integración latinoamericana, por otro, nos llevan a plantear UNA GRAVE ADEVERTENCIA A TODA LA SOCIEDAD Y, SOBRE TODO, A LA DIRIGENCIA POLÍTICA latinoamericana en general y a la de Argentina, en particular.
Esta grave advertencia se deriva del hecho de que en Argentina en estos momentos de crisis estamos impactados por la escasez de divisas, fruto de varios factores tanto internos como internacionales. Pero, esta situación, en principio, puede no ser permanente.  Si llega el momento en que se recuperan las exportaciones de granos, carnes, lácteos, bienes tecnológicos, agroindustriales y, sobre todo, cuando el potencial de Vaca Muerta se haga presente plenamente el mercado interno e internacional, la oferta de divisas llegará a un máximo y será posible arribar al alto riesgo de sobrevaluaciones (o de períodos prolongados donde no serán necesarias devaluaciones competitivas como las realizadas por Argentina hasta ahora e, inclusive, recientemente} , que deteriorarán las posibilidades competitivas de los sectores de Manufacturas de Origen Industrial (MOI), base y centro de la política de generación de nuevas oportunidades de trabajo compatibles con el sistema educativo.
Ante este grave riesgo en la política social, es decir, sobrevaluaciones del tipo de cambio, absolutas o relativas, sumada a la falta o imperfecta política de competitividad y educativa y, simultáneamente, la presencia de China en el mercado mundial con su oferta de bienes industriales con alto contenido de mano de obra no calificada, darán lugar a enormes dificultades para generar puestos de trabajo de mayor calidad mejor remunerados segmentados por nivel tecnológico y educativo.
Luego, es posible enunciar que, si esto ocurre, la política social para superar la pobreza en forma efectiva, tiene un plazo que va a unos 5 a 10 ejercicios a contar desde 2018, momento en el cual la oferta exportable argentina puede llegar a un máximo. Caso contrario, y esta sería la expresión cruda de la SEVERA ADVERTENCIA, Argentina y también América Latina, consolidarán una elevada pobreza estructural que será muy difícil de reducir a partir de ese momento.
Por ello es posible ENUNCIAR, FINALMENTE, QUE LA REALIDAD SOCIAL PONE PLAZOS A LA ECONOMÍA Y LA POLÍTICA, QUE VAN DE 5 A 10 EJERCICIOS A PARTIR DE 2018. Por consiguiente, la sociedad en general y la dirigencia política en particular, no deben perder el tiempo en la lucha por el poder y, en algún momento, demostrar fidelidad a su justificación existencial y constitucional: EL BIEN COMÚN DE LA SOCIEDAD.

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